viernes, 9 de enero de 2009

Sobre Yoko...fue muy importante para John


La otra Yoko
Habla de aspectos desconocidos de su vida: sus parejas antes de John, el secuestro de su primera hija, la miseria que provocó la guerra en Japón. Y mucho más.
Por: Miranda SawyerFuente: THE GUARDIAN ESPECIAL PARA CLARIN
Cuando habla, todavía con fuerte acento japonés, empieza cada frase con un pequeño hmm, breve respiro para pensar. Usa un top con cierre y la palabra Berlín en la parte delantera, pantalones negros y anteojos verde-azulados tipo visera. Parece imposible que tenga 75 años, se ve 20 años más joven. Nos sentamos en un gran sofá floreado, revisamos el catálogo de su nuevo show en el Baltic Centre en Newcastle. Es una retrospectiva que muestra su arte desde los sesenta, cuando Yoko era considerada una parte semi-independiente del grupo de ultra vanguardia, Fluxus. Nacida el 18 de febrero de 1933 en Tokio, fue la hija mayor de la unión de dos familias japonesas importantes. Isoko, su madre, era una Yasuda, fundadores de un banco mercantil. Los Ono eran aristócratas de muy buena educación. Tanto la madre como el padre fomentaban el arte y Yoko tuvo clases de canto lírico, ópera italiana y piano clásico. "Era complicado, mi padre quería que estudiara música, pero al mismo tiempo que no la aprendiera. Su mente era conflictiva, no quería que yo me rebelara". Durante la Segunda Guerra Mundial, fue enviado a un campo de concentración en Saigón, el resto de la familia se quedó en Tokio hasta el bombardeo del 9 de marzo de 1945. Luego, Isoko trasladó a sus hijos al campo. Yoko la recuerda como una época difícil. Su madre ("no era la típica ama de casa, era rápida de palabra y sarcástica"), les había comprado una pequeña casa, pero no estaba con ellos. En cambio, mandó a la mucama de la familia que no había sido llamada a trabajar en las fábricas, una mujer anciana, mental y físicamente discapacitada. Con 12 años, Yoko tuvo que encargarse de todo. Tenía que mendigar por comida. "Fue una gran responsabilidad, cuidar a mi hermano y hermana y asegurarme de que comieran. La gente del campo no quería a la gente de la ciudad. Decían que nos creíamos más que ellos, que les decíamos bata kusai, que quiere decir hueles a manteca". Después de la guerra, Yoko terminó el colegio y fue la primera mujer estudiante aceptada en filosofía en la universidad de Gakushuin. Su familia se fue a Nueva York y allí estudió poesía y composición, logrando finalmente rebelarse contra sus padres y formar parte de un salón de creativos locales, entre los que estaba John Cage. Se casó con el compositor Toshi Ichiyanagi en 1956. "Era ortodoxo, un conservador. «éramos muy buenos amigos, pero muy diferentes". Ella y Toshi se habían mudado de Nueva York a Japón, donde él la alentó para que diera un concierto. Obtuvo reacciones curiosas -"no era correcto para una mujer"- y Yoko se deprimió e internó. En la clínica, Tony Cox, un jazzista estadounidense, le mandaba flores. Cuando Yoko se recuperó, se escapó con él a los EE. UU. Se casaron y tuvo una hija, Kyoko, de quién Cox se ocupaba mientras Yoko hacía arte.En 1966, tenía una muestra en Indica Gallery en Londres. Fue Lennon, pero Yoko no sabía quién era: "El mundo del arte y la música pop no era como ahora, no se mezclaban. Sabía de los Beatles, pero el único nombre que conocía era Ringo, porque significaba manzana en japonés. Cuando vino John, no parecía un rockero ni tampoco un artista. Era un hombre común con traje, corte limpio. Solía decirle corte limpio. Y no le gustaba". El enmarañado lazo entre John y Yoko fue traumático: Lennon todavía estaba casado, igual que Yoko. "Estábamos juntos como artistas -dice-, pero como seres humanos no podíamos estarlo, porque los dos teníamos familias. No era fácil juntarnos". Se casaron en 1969. Dos años más tarde, Tony Cox, frustrado porque le dieron la custodia de Kyoko a su ex-esposa, secuestró a la niña de 8 años. Por una cantidad insólita de años se escondió con ella en los confines de un grupo cristiano en los EE. UU. Yoko no volvió a ver a Kyoko hasta que ella cumplió 31. "Fue terrible. No sabía dónde estaba. Y por largo tiempo afectó mi actitud hacia tener otro hijo". ¿No querías? No, finalmente lo tuve, pero era como que no quería encariñarme demasiado con Sean en caso de que John y yo nos separásemos. A veces el padre se siente dejado de lado por la conexión entre madre e hijo. Así es que dejé en claro que yo era la artista y John se quedaba en casa con Sean. ¡Me creía tan inteligente! Yo estaba en los negocios y John feliz en la casa con Sean. Eramos unidos, no sólo como amantes, sino como padres, como una familia. Después de la muerte de Lennon, Yoko dice que quería "tener a Sean siempre abrazado". Le preocupaba que a ella también la asesinaran. "Aunque quería rodearlo con mis brazos y mantener todo el resto alejado, no podía. Tenía que asegurarme de que pudiera sobrevivir sin mí".Yoko no es fría, pero ha aprendido a suprimir las emociones y pensar a largo plazo. Cuando le pregunté por May Pang, la amante de Lennon durante su weekend perdido, dijo que no quería que el matrimonio Ono-Lennon fuera "tan de barrio exclusivo". "Eramos artistas, ¿por qué ser tan convencionales?". Así es que empujó a su marido a esta aventura con Pang, la asistente de ambos, aventura que casi pone fin al matrimonio. Sin embargo, no da detalles, "porque May Pang tiene su propia historia". Siempre me pregunté por la vida amorosa de Yoko post-Lennon. Cuando se lo pregunto, me dice que tuvo algunas relaciones, pero que ya no siente la necesidad. En parte porque es difícil si uno es famosa ("mirá a Paul y Heather"), y en parte por sus creencias. "A veces la muerte de John es como un sueño, como que nunca pasó. Y a veces está muy presente. Antes de que sucediera, tenía la sensación de que yo era una artista única, que trabajaba, pero después que John partió, tuve que mirarme a mí misma y decir: tu vida cambió, ésta eres tú ahora. Y cuando hice eso me sentí de otra forma. Ahora creo que toda esta cosa de John es un paraguas que me protege. Decidí amar a todos los que extrañan a John. Un sueño que sueñas sola no es nada más que un sueño. Un sueño que sueñas con todos, es una realidad".

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